La madera es un material constructivo abundante, muy duradero y hermoso y hablando específicamente de los pisos de madera estos cumplen estas características al pie de la letra.
El problema principal y más común que hay con las estructuras hechas en madera es que como la madera es un material de origen orgánico la humedad con el paso del tiempo le genera grandes daños y en el peor de los casos causa que se pudran por completo.
Este problema no es de ninguna manera inevitable ni tampoco extremadamente difícil de prevenir. En la mayoría de los casos el problema se origina por el uso incorrecto de este material.
En Argentina hay muchos pisos de madera colocados desde hace varias décadas que aun conservan su belleza de antaño y que deben su gran longevidad no sólo al tipo de madera empleada sino también a su correcta instalación y posterior cuidado.
Ya se trate de madera u otro material constructivo lo que marca la diferencia en la mayoría de los casos es la habilidad y conocimiento de quien está realizando el trabajo.
Hablando puntualmente de los pisos podemos usar una madera modesta y obtener resultados increíbles o usar una madera de la más alta calidad y conseguir dolores de cabeza sin fin… Esto es porque la calidad de la madera no es lo único importante a la hora de instalar un piso.
Luego de estar muchos años en el rubro de la madera puedo decir con total seguridad que la calidad de la madera usada no es el punto decisivo a la hora de ver el resultado final, sino que más bien es la mano del profesional (artesano) al momento de usar este noble material y su conocimiento adquirido a lo largo de los años lo que nos dará un trabajo hermoso y duradero o un trabajo deficiente que no superará el paso del tiempo.
Contar con un profesional capacitado, hábil y de nuestra confianza es fundamental si queremos obtener los mejores resultados y disfrutar de nuestros pisos por muchos, muchos años.