Cuando encaramos cualquier proyecto es fundamental que tengamos una idea más o menos global de lo que queremos hacer y cuál es el resultado que queremos conseguir.
Más de una vez a la hora de colocar un piso de madera nos tendemos a enfocar más de lo necesario en la excelente calidad de la madera que queremos en nuestros pisos sin enfocarnos demasiado en otros detalles y vamos perdiendo la perspectiva del resultado (y el costo) final.
Es decir que olvidamos incluir en nuestros pensamientos los demás detalles de terminación de nuestros pisos de madera que realmente marcarán la diferencia; como por ejemplo los zócalos.
Más de una vez me han llamado para colocar un piso de pinotea en algún lugar muy expuesto, como un living. En los pensamientos de mi cliente sólo estaba presente la madera que se iba a colocar; el razonamiento era: «Voy a colocar una madera de muy buena calidad y si bien es costoso al no ser tantos metros no hay problema».
Aquí quedan olvidadas algunas cosas que no sólo modifican e incrementan el presupuesto sino que también son detalles fundamentales de un proyecto bien logrado, como por ejemplo los zócalos.
Los zócalos son parte fundamental de un piso de madera; no sólo tienen un fin práctico (esconder la junta de dilatación que tiene en piso de madera en todo su perímetro) sino que también son una terminación decorativa fundamental, la cual marca el fin del piso y el inicio de la pared.
No hay forma de que un piso de madera se vea bien sin la colocación de un zócalo de terminación.
Siguiendo ese mismo razonamiento no hay forma de que un piso de madera de excelente calidad quede bien con unos zócalos de una madera de poca monta.
De igual forma no podemos colocar un piso de una madera excelente en un ambiente y colocar luego una solea de terminación (tabla la cual se coloca como compensacion de alturas en aberturas) de una madera que no acompañe armoniosamente la calidad de la madera que estamos usando para el piso.
Los detalles de terminación que se pongan (en este caso la solea y los zócalos) deben de armonizar con el piso elegido para realzar la belleza del piso y obtener un gran resultado final en nuestro proyecto.
Dicho de otra forma:
Si ponemos (por ejemplo) un piso de madera de pinotea los zócalos que acompañen al piso deben de ser de pinotea también o en su defecto cedro de una muy buena masa. De esta forma el piso en su conjunto (piso, zócalos y soleas) nos dará una terminación armoniosa, distinguida e inigualable.
Jamás debemos de mezclar un gran piso con terminaciones malas ya que la obra terminada nos dará un aspecto muy inferior al que queremos obtener.
Si uno pone un piso de madera costosa dentro de los cálculos de costo del piso deberemos sumar apliques de terminación. Estos por lógica también serán costosos y nunca debemos de mezquinar en estos detalles porque son impresindibles para la buena terminacion de un piso de madera.
Con todo esto no quiero decir que debemos de gastar una fortuna en un piso de madera sino más bien que (y vuelvo a la idea del principio) debemos tener en claro qué es lo que queremos obtener y cuál es nuestro presupuesto.
Es mucho mejor colocar un piso de madera con una variedad de madera más económica pero que junto con los detalles de terminación se ajusta a nuestro presupuesto que el iniciar una obra muy costosa que nos deje sin aire a la hora de poner los detalles finales de terminación, haciendo una mezcla de un gran piso con detalles malos, obteniendo como resultado un trabajo muy inferior a comparación de uno con una madera más modesta pero en conjunto mucho mejor terminado, dando asi un trabajo realmente de calidad.
IMPORTANTE: Hasta nuevo aviso no contestaremos más preguntas de la sección «Consejos Útiles». Para saber el por qué los invitamos a leer la siguiente nota haciendo click ACA