«¿Tiro mi piso de madera o lo reparo?» Si bien en principio esta pareciera ser una pregunta bastante sencilla de responder en realidad muchas veces suele ser algo complicada.
Es muy fácil ver un piso deslucido, sucio o roto y pensar que no tiene más arreglo o ver un piso que creemos que está bien cuando en realidad tiene varios problemas (ya sean grandes o chicos).
En más de una oportunidad he visto pisos que fueron descartados porque pensaban que ya no tenían más uso cuando en realidad sólo necesitaban las reparaciones correctas para quedar en buenas condiciones. Otras veces he visto pisos que tenían muchísimos más problemas de lo que se veía a simple vista.
No hay un sólo método o una forma fácil y corta de explicar cómo podemos saber en qué estado se halla un piso de madera. En general tenemos que fijarnos en los muchos pequeños indicios que nos va dando el piso para poder encontrar la respuesta…
El color de las tablas, la fragancia que desprenden o cómo flexionan al caminar sobre ellas nos servirán de ayuda para hacer un diagnóstico.
Otras veces la rigidez de la estructura en las que están colocadas (en el caso de las cámaras de aire) o la falta de ella delatarán el estado en el que se encuentra el piso.
Todos estos pequeñísimos detalles y muchos más nos cuentan una historia pero depende de nosotros escuchar e interpretar correctamente los signos del paso del tiempo y esa historia para poder hacer un diagnóstico correcto.
En cualquier caso siempre es muy recomendable tener un diagnóstico y asesoramiento profesional. Esto nos ayudará a la hora de tomar una decisión que tal vez no tenga vuelta atrás y ya sea que decidamos conservar o no el piso podremos estar tranquilos de que tomamos la mejor decisión.